jueves, 21 de octubre de 2010

¿Porqué un blues?

De esas noches típicas después de un toque. La noche del café, de esas noches en las que después de bajar del escenario, se acerca una chica de blusa pequeña, cabello liso y rubio y aliento a cerveza y nicotina, de esas chicas que te felicita por como tocas y después te da su teléfono para conocerte mejor.

Esas noches de café, en el sitio de siempre, el Mundo Místico. Ella me asaltó en la ansiedad con la pregunta que odio responder: ¿Por qué el hombre azul?

Creo que mi rostro dibujo la incomodidad de la pregunta y solo atiné a responder: "Es algo demasiado personal, aun llevo mucho de ese azul".

Mis frases no la llenaron claramente y tan solo insistió de una forma inteligente: ¿porqué un blues?. Entendí, como dice mi amigo del viento, que tal vez ella me llevaba 6 libros de ventaja. En ese momento llegó el café y el rito al colocarlo sobre la mesa. Primero la servilleta, luego el café en el pocillo de icopor grabado y los sobrecitos de azúcar. Yo creí que escapaba a la pregunta pero ella insistió: ¿Por qué es un blues?

Prendí mi cigarrillo y comencé mi discurso:

Todo comenzó cuando tenía como 17 años, yo tenía alguna sensibilización con la música pero todo eran notas rápidas, ropa negra y voces guturales. En esa época murió mi hermana, que más que mi hermana fue mi madre. El dolor de la muerte en la adolescencia es casi insoportable y el echo de enfrentarla solo era más fuerte aun. Una de esas tardes, más bien mediodia, escuche en la radio a una voz femenina que contaba la historia de un blues, Tears in Heaven de Eric Clapton. Mi inglés no era muy bueno, realmente nunca lo ha sido, pero mi ser sentí cada frase y cada nota como si Clapton hubiera entendido ese dolor mortal, realmente lo sentía.

Comencé a investigar sobre el blues, y después de prácticamente comerme 4 libros de blues en la sala de música de la Luis Ángel Arango, entendí porque el blues era tan nostálgico y aprendí como se hacia, al comienzo como todos los músicos, me pareció demasiado sencillo de hacer (craso error), I-IV-V, gran fórmula.

Al llegar a casa, me senté, me enfrenté a mi guitarra e hice mi primer blues, era tan fácil llorar mientras intentaba cantar. Al acabar comprendí a Hendrix: Es tan fácil hacerlo pero tan difícil sentirlo".

Esa música me ayudo a liberar pesares y gritar dolores. Desde esa época sentí el blues. Todo después fue un proceso, el amor, la soledad, encontrar en mis ídolos, Calamaro, Fito, Sabina y hasta en Bunbury, notas azules.

Todo nostalgia hasta el momento de interiorizar la sensualidad de este ritmo. No hay nada tan seductor como ver a una mujer bailar un blues, más sensual e inspirador aún besar y amar a una mujer en una cama con un blues de fondo en el ambiente. Reconocí en un escenario la fuerza de un rock and roll con la formula azul. Había que ver a la gente enloquecer cuando la famosa pentatónica mayor aparecía a grandes tiempos. Había que ver a la gente cuando la pentatónica menor hacia levantar más cervezas en las mesas y aparecer lagrimas en los ojos.

Para entender un blues debes sentir sus notas, debes tener la capacidad de pararte en una mesa y moverte sin sentido, para sentir un blues debes comprender que es caminar tres horas de bar en bar buscando toques y que generalmente te digan que no porque no tocas tropipop, debes saber que es un desamor, debes saber que es salir de un bar con solo lo del bus de ida y llegar al otro día a trabajar con el recuerdo de una buena noche, debes sentir el sabor de los negros en la sangre, debes entender el erotismo de las caricias al hacer el amor, debes comprender que hay muchos músicos mejores que tu tocando en este momento; para sentir un blues has de vivir la vida sin desaprovechar instantes y sonreír después del golpes porque la próxima canción será mejor y más sincera.

- Entonces el blues es tan complicado como amar. Muchos dicen hacerlo pero pocos lo sienten – concluyo ella.

Escrito en Junio de 2007

1 comentario:

  1. excelente como terminaste tu artículo, ya que el blues, es la armonía del oprimido, del campesino de misisipi, de los negros esclavizados de ÁFRICA, del colombiano de a pie; en conclusión, la música que te dice la verdad sin tanto tapujo

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